De la abundancia del corazón habla la boca" pero también hablan las acciones. En la 19ª Misa del Folklorista de San Fernando el corazón tuvo mucho para decir: en la procesión, en la Misa dedicada a los cantores y en el Festival, una fiesta que ya está instalada en la zona norte y que es de todos y para todos.
Muchos de los antiguos pueblos transmitían su sabiduría oralmente, a través de narraciones donde los ancianos eran respetados y eran los encargados de en fogones contar a las generaciones venideras las explicaciones del mundo, las enseñanzas de la vida, la cosmovisión de su pueblo: "de la abundancia del corazón hablaba la boca", un corazón generoso y desgastado, que daba cuentas de todo lo vivido y lo compartía con su comunidad.
La religiosidad popular es parte del folklore, esas creencias de antiguos pueblos narradas oralmente sobreviven entre las ancestrales costumbres de comunidades que, muy a pesar de una historia que siempre los tuvo al margen, siguen de pie. Luego con la llegada del español, estas costumbres se fueron mezclando y también las creencias, es cierto que en la mayoría de los casos a través de un avallasamiento cultural a través de la violencia, sin embargo las antiguas creencias sobrevivieron, las nuevas se implantaron y de a poco todo se fue entremezclando.
En el año 2011, en San Fernando, estas historia se sigue recreando. Tal vez ya no en un fogón, tal vez es otra la creencia que se transmite, tal vez ya no a través de una narración sino a través de una fiesta popular. La Misa del Folklorista es eso, un canto de alabanza alimentada por la fe católica pero que lejos de la solemnidad, transforma en fiesta, en música y alegría el mensaje que así es transmitido por los más viejos a los más jóvenes y que traspasa incluso cualquier frontera religiosa y que incluye a toda la comunidad sanfernandina, los que creen y los que no se congregan, disfrutan, comparten, y ese corazón muestra toda su abundancia a través de los cantores, de las guitarras, de la danza, del que observa, del que pasa por ahí.
Y ese espíritu se contagia, los más fieles participan de la tempranera procesión y continúa con la Misa, una Misa que rompe los esquemas, que mantiene lo que dicen los Libros de Liturgia pero que se desestructura pero no para molestar sino para incluir. San Francisco Solano entra con la "Sixto Violín", la Virgen María con "Virgen Milagrosa". Los cantores cantan canciones del cancionero popular argentino, "tiene sentido la vida", "creo", "Aleluya chacarera", "Tengo un amigo", "Oficio de cantor" y muchas otras canciones, los bailarines bailan al pie del altar. En la Misa, dedicada a todos los folkloristas de San Fernando y armada por ellos, se comparte con alegría la fe. Todos juntos sobre el escenario terminan cantando "Porque cantamos". Por la Misa pasan muchos cantores Claudio Gauna, Ana Carranza, Paralelo Dúo, Raúl Viera, Carlitos Juárez, Florencia Juárez, José Gauna, Ángel Taborda, Celeste Oviedo, Viviana Rivero, José Alvarez, Tiempo de Canto... todos apoyados por la orquesta estable: Raúl Cabrera, Chuly García y Eduardo Chaparro en guitarras y Juan Lazo en percusión.
Termina la Misa, que es una fiesta y la fiesta sigue pero en formato de Festival. Por allí pasan más artistas: Paralelo Dúo, Viviana Rivero, Los Alvarez, José Alvarez, Carlitos Juárez, Raúl Viera, Eduardo Chaparro, Topo Luna, Sincopado, Tiempo de Canto, Angel Taborda, Ana Carranza, Los Hermanos Japsa, Martín Miranda. Como invitados llegan Shalo Leguizamón, Daniel Vaca y Mario Cabrera para presentar su propuesta "Cantores de Aquí" y luego Ferny y su Requinto Mágico. Hay tango con la presentación de una delegación de la Casa del Tango. La danza dice presente con el Ballet Raíces de Simoca, Ballet Tupay, El Ceibal, Escuela de Danzas de Raúl Silva, Retoño Ballet.
El festival tienen momentos emotivos, los cantores más grandes se emocionan con cada reconocimiento, los más jóvenes disfrutan el compartir con ellos y mostrar todo su potencial. Está presente Marta Viera, pianista sanfernandina que supo ser parte de Los Hermanos Abrodos y que fue gran protagonista de una época de auge de "peñas bailables". Y llega un momento muy especial con la visita de Vitillo Ábalos, que sube al escenario presentado por Santiago Ledesma, y allí comparte sus experiencias con sus hermanos: Los Hermanos Abalos, de sus viajes por el mundo, se alegra de ver tanta gente disfrutando hermanada de lo nuestro, de ver bailarines con canas y con largas melenas, de ver generaciones que se siguen juntando alrededor de lo nuestro. Vitillo es declarado "Padrino de la Misa del Folklorista" y el maestro acepta con gusto el honor y se queda más tiempo compartiendo la fiesta.
Es muy tarde cuando la fiesta culmina. Horas y horas de foklore alimentando el espíritu del pueblo sanfernandino han pasado. El corazón abundante en esperanza y alegría dijo de todo, habló en la boca de los cantores y se fue esparcido en el corazón de cada una de las personas que allí asistieron, para seguir viviendo generación tras generación, para que está historia de la Misa del Folklorista se siga transmitiendo, viviendo, como debe ser, sin dueño: de todos y para todos.
Por Pablo Piris
Fotos: Ruben Gobetti (ver
http://www.imagenesdelfolclore.blogspot.com/)
Nota:
http://www.raicesdelfolklore.com.ar/